Pero un día,
me encontré reflejándote:
hablando como vos,
actuando como vos,
en las formas tuyas que me fueron odiosas
y supe entonces que te extrañaba.
Más tarde,
me arrojé fuera de mi casa,
me subí a los árboles
y le grité incesantemente a la noche plutónica:
Come, you spirits
that tend on mortal thoughts, unsex me here
and fill me of direst cruelty, make thick my blood
and stop up the access and passage to remorse!
Lady Macbeth
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