Ir y sembrarme en mi cama,
que mis uñas se claven en las sábanas
y echen raíces,
mis dedos como garras y combas.
Y que se alce de mí un hondo tallo
como un largo lamento,
un árbol de llanto
con flores de promesas de lágrimas,
las hojas salpicadas de sal como el mangle,
la sal de mis ojos,
porque ya no hay agua dentro de mí,
ya no hay nada.
que mis uñas se claven en las sábanas
y echen raíces,
mis dedos como garras y combas.
Y que se alce de mí un hondo tallo
como un largo lamento,
un árbol de llanto
con flores de promesas de lágrimas,
las hojas salpicadas de sal como el mangle,
la sal de mis ojos,
porque ya no hay agua dentro de mí,
ya no hay nada.
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