viernes, 14 de octubre de 2005

Bartoly

Puedo decir sin ningún reparo que el camino de mi vida fue revelado cuando llegaste a mi vida y nunca me sentí más perdido que el tiempo que estuve lejos de vos. Has sido, sin embargo, una presencia constante desde que arribaste y me he nutrido de vos y tu sangre durante los años, muchas de las cosas valiosas en esta vida las aprendí de vos y sos parte de lo mejor de mí. No sé adónde llegaré, pero sé que será con vos.

Debo decir que sos una amante exigente. Te doy todo lo que tengo y llega un momento, cuando he terminado, que me siento como un cascarón, y quedo a la espera a que se rebalse de nuevo esa parte que compartimos y que yo te brindo en esta ceremonia secreta tan nuestra. Es como si lo jalaras, como si lo exigieras y yo no puedo negarme. Es inevitable, fatal, sublime.

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