jueves, 29 de septiembre de 2005

De cosas desagradables

Comentarios spam: Aquí me cae de todo y no pongo word verification por si alguien quiere mandarse con un anónimo. El spam es molesto, pero lo soluciono rápidamente. Lo más absurdo que me ha tocado: Joyas... ¡para caballo! Y lo peor que he visto: hay un tipo registrado en Blogger, que ni siquiera tiene un blog, pero anda por ahí dejando comentarios por donde pueda. Los comentarios no dicen nada, el problema es que la foto de su perfil es un primerísimo plano de su verga torcida y peluda. Demasiado vanguardista para mi gusto. La afortunada de la rifa: le tocó a la princesa radioactiva. Advertencia: ya no está la foto.

Hoy tuve un incómodo viaje en taxi. El taxista, al verme subir al carro con un libro en la mano, asumió que yo era filósofo o intelectual o quién sabe qué. De inmediato empezó una extraña cháchara, sacando todas las palabras domingueras que se sabía y hablandóme con un tono de resentida reverencia. Yo le respondía con monosílabos y gruñidos, anhelando que terminara el viaje. Se volvió molestó cuando empezó a explicarme la teoría de que los ticos, aunque estemos comiendo mierda, estamos "pura vida." Por ejemplo: "La gasolina está a quinientos pesos el litro (1 dólar) y todos los carros son gastones, pero el tico nunca acepta que su carro gasta, está pura vida." Esto me lo dijo mientras me miraba fijamente, desafiante.

De todo hay en la viña del Señor, dice mi padre.

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