Ella usa limón, y mira a través de la luz del sol. Ella te va a hacer llorar, ella te va a hacer suspirar y gemir hasta secarte y entonces ella sacará agua de las piedras. (Siento que lenta, lentamente, muy lentamente me deslizo debajo de ella y siento que me estoy aferrando a la nada.) Ella usa limón para colorear la fría noche gris. Ella tiene el cielo y se aferra con fuerza a él.
Un hombre toma una imagen, una imagen en movimiento. A través de la luz proyectada, él se puede ver a sí mismo de cerca. A un hombre le gusta observar, cambia su dinero en luz para buscarla. Y yo siento como si estuviera flotando, flotando desde la playa y siento que estoy nadando hacia ella, diciendo:
—El día comienza a la medianoche, el día empieza desde la medianoche. De la medianoche, nace el día.—
Un hombre construye una ciudad, con bancos y catedrales.
Un hombre derrite la arena para poder ver el mundo más allá de él (ahí la conocerás.)
Un hombre arma un auto (ella es tu destino,)
y construye una carretera para recorrerla (tienes que llegar a ella.)
Un hombre sueña con irse (ella no existe,)
pero siempre se queda atrás.
Estos son los días en que mi trabajo es remunerado. Estos son los días en que busco algo más.
—El día comienza a la medianoche.—
Tomo una imagen, una imagen en movimiento. A través de la luz proyectada, me podré ver a mí mismo de cerca y ahí la conoceré, capturaré el color y ella será mi destino. A mí me gusta observar, aunque ya no duerma. Lo he cambiado todo por la luz, ella no existe, la busco y ella no existe. ¿Será ella la que sueña más bien? ¿La que tiene el cielo y se puede ver a sí misma de cerca?
Ella usa limón.
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