martes, 30 de agosto de 2005

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"Buscamos a ese alguien, a ese que nos merece, que quiere estar con nosotros y que nos ama por lo que somos, quien quiere hacernos felices y quiere ser feliz, que nos quiere y se deja querer y con quien hacer un intercambio de vidas. Y es que así tiene que ser, nos lo merecemos porque somos humanos, porque somos buenos. Y lo buscamos y lo intentamos y vamos a través de amantes ingratos a quienes entregamos el corazón en la búsqueda interminable de alguien no que lo tenga ya todo, sino alguien a quien cambiar, alguien a quien transformar por el poder de nuestro amor, por ser dignos de nuestro amor. ¿Necesitamos cambiar? ¿Por qué? Si somos tan especiales, si podemos amar como amamos por qué cambiar, alguien que es capaz de amar no necesita ser diferente."

¿Dónde está nuestro error sin solución? ¿Fuiste tú el culpable o lo fui yo? Ni tú ni nadie puede cambiarme.

Acabo de cruzar el río y vomito abundantemente hasta arrojar únicamente una espuma ácida. Nadie puede ahora decirme lo que es estar en el río. Yo lo he cruzado y le doy la espalda. Del otro lado, una voz me llama y yo, adentrándome en la nueva noche (mi eterna noche) me alejo de ella.

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