miércoles, 9 de noviembre de 2005

Lo dije y lo digo ahora

Mi padre lo recuerda mucho y le hace mucha gracia. Estábamos en Esterillos durante las vacaciones, yo era un niño y estaba acostado en una hamaca bajo un par de palmeras. Estaba atardeciendo y me tomaba un vaso de jugo de naranja helado. Mi padre llegó donde estaba yo y sin ninguna introducción, le dije:

—Esto sí es vida.—

Nada como una noche de cerveza y charla con Urizen para pensar un poco. Veo y el futuro y casi podría tocarlo y el presente está aquí y lo tomo como viene, como un vaso de jugo de naranja helado. Aquellas palabras resonaron en mi cabeza hoy como un golpe de gong. Mañana, de hecho, será un día mejor. Y creánme cuando lo digo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario