lunes, 18 de julio de 2005

¡MORATA!


Urizen vino ayer,
trajo planes ocultos,
discos de metal incógnito
y la luz que nace de la sombra de la brasa,
de la llama secreta y forajida.
Gracioso es el viejo dios del fuego,
juntos hemos creado un nuevo lenguaje,
un nuevo germen que hará nacer
una historia que no ha sido contada,
sino susurrada por aquellos que nos dan la locura.
Vinieron él y Maya,
cuán cara es para mí Maya.

Pienso en ella,
esta canción ha sido sobre ella,
y ¿qué va a ser de mí?
todo ha sido ella y no tanto yo,
incluso cuando mi canto no la menciona
(la elude)
la supone.

Enciendo el incienso,
el fósforo raya su queja desde la pared,
he descubierto una nueva religión:
el onanismo.

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